Definición
Existen bastantes nematodos terrestres con capacidad de parasitar el intestino humano, de tamaño variable (de pocos milímetros a algunos centímetros) y con ciclos vitales variados, suelen predominar en zonas cálidas y húmedas del planeta.
De entre ellos el más frecuente en nuestro entorno es el Enterobio Vermicularis, nombre científico de las famosas y conocidas lombrices u oxiuros tan comunes y molestas especialmente en niños, por el prurito o picor anal nocturno que provocan.
Ciclo vital y forma de transmisión
Las especies de anisakis tienen un complejo ciclo vital que las conduce a través de varios hospedadores a lo largo de su vida. Los huevos se abren en agua de mar y los crustáceos se alimentan con sus larvas. Estos crustáceos infestados son devorados por peces y cefalópodos alojándose el gusano fundamentalmente en el intestino. El ciclo vital se completa cuando un mamífero marino (ballenas, delfines, focas) lo ingiere. El nematodo se aloja en el intestino de éstos, donde se alimenta, crece se aparea y desova los huevos que finalmente vuelven al agua marina mediante las heces.
En casi todos los mares del mundo se ha encontrado la presencia de anisakis en las piezas capturadas.
Los estudios de pescado consumido en España por ejemplo, de diversos caladeros de varios océanos muestran infección entre el 30 y el 50%. Entre las especies de pescado que con mayor frecuencia pueden contener en su tubo digestivo este parásito se encuentran la sardina, el bacalao, el boquerón, el arenque, el salmón, el abadejo, la merluza, la pescadilla, la caballa, el bonito, el jurel y el calamar.
La anisakiasis es más frecuente en aquellos países consumidores de pescado crudo o marinado: Japón, Holanda, Chile España. Las formas gastronómicas como el sushi, el escabeche, el ceviche, y la salmuera, tanto de pescado como de huevas son formas de transmisión. Las prácticas de riesgo más comunes en nuestro país son el consumo de preparados en vinagre (boquerones y anchoas), y de sardinas asadas, pero no lo suficiente para destruir las larvas de su interior.
Una vez consumido el pescado crudo infestado existen varias posibilidades una muy común es que la larva penetre inmediatamente en la mucosa del estómago apareciendo en pocas horas un intenso dolor en la parte alta del abdomen acompañado con nauseas y ocasionalmente vómitos, este cuadro clínico puede ser indistinguible de otros procesos abdominales agudos y graves como apendicitis o pancreatitis. Se necesitaran ecografía y estudios complementarios para descartarlos y tener en mente el antecedente de ingesta de pescado.
La confirmación y el tratamiento vienen mediante la nunca apetecible endoscopia o gastroscopia, que en manos expertas logra la extracción de las larvas con la resolución del proceso.
Otra opción es que las larvas lleguen hasta el intestino delgado, penetrando igualmente en la mucosa, donde provocan una respuesta inflamatoria marcada pero mas lenta (granuloma eosinófilo) con aparición de los síntomas entre una y dos semanas después con dolor abdominal intermitente, diarrea, nauseas y fiebre. Este proceso es también similar a diversos tipos de enterocolitis infecciosas y no infecciosas (Enfermedad de Crohn).
De nuevo, la negatividad de otras pruebas como el estudio y cultivo de las heces (los huevos de anisakis no se encuentran en las heces ya que las larvas no maduran en el ser humano) junto a una radiología con bario positiva que suele mostrar imágenes características del granuloma y los antecedentes dan la sospecha diagnóstica. La confirmación definitiva y el tratamiento serán esta vez quirúrgicos.
El tratamiento es la extracción endoscópica o quirúrgica ya que por desgracia no existe tratamiento farmacológico efectivo.
Por último, por si fuera poco, incluso bien cocinado, el anisakis plantea otro riesgo a la salud de los humanos ya que puede liberar una serie de productos alergénicos en los tejidos que los rodean cuando infestan a un pez y una vez ingeridos pueden provocar erupciones alérgicas, hinchazones locales (angioedema) o incluso reacciones anafilácticas.
Prevención
Como norma general la prevención se logra con la cocción a 60 grados durante 10 minutos y la congelación a -20 grados durante 24 horas, pero sin olvidar aspectos como el grosor del pescado, la forma de cocinarlo, la potencia de nuestro congelador, entre otras.
También es recomendable eviscerar el pescado lo antes posible ya que cuando éste muere el gusano migra del intestino hacia músculo o piel siendo más fácil ingerirlo.
[+/-] Ver video/ Ocultar